Florencia SMN es la principal estación de ferrocarriles de la ciudad y está situada al lado del centro histórico, junto a la iglesia Santa María Novella de cual recibe el nombre. Es la cuarta estación más importante de Italia y las compañías Trenitalia e ItaloTreno son las que operan los trenes a Florencia desde las diferentes ciudades italianas y también conexiones desde Europa.
La estación de buses Sita-Via Santa Caterina da Siena es el principal punto de llegada de los buses a Florencia y se encuentra muy cerca de la estación de trenes. Algunos de los proveedores de bus que operan en esta estación son ATAF, Li-nea, CAP, Copit, Busitalia o Lazzi. La estación cuenta con varias facilidades para el pasajeros tales como bares y restaurantes, lugares de espera cubiertos en el exterior.
Los vuelos a Florencia tienen su llegada en el Aeropuerto Amerigo Vespucci que está situado a cinco kilómetros del centro de la ciudad. Se trata de un aeropuerto de pequeñas dimensiones que tiene destinos nacionales e internacionales. En total recibe unos 2 millones de pasajeros anuales, principalmente viajeros movidos por el turismo de Florencia. El aeropuerto está conectado en transporte público gracias a dos compañías de bus: ATAF y BusItalia.
Florencia es una ciudad ideal para descubrirla caminando o incluso en bicicleta, aunque para quienes lo necesiten, cuenta con una eficaz red de medios de transporte público al servicio del usuario. La ciudad dispone de casi 100 líneas de transporte y varias líneas de tranvía que conecta los barrios menos céntricos. Florencia se divide en 5 áreas, cuyos precios del transporte son por igual en cualquiera de ellas. Si se visita la ciudad por motivos turísticos se suele recorre sobre todo la zona 1 que supone el centro de la ciudad. Moverse en bicicleta por Florencia es cada vez más común ya que actualmente Florencia cuenta con 78 kilómetros de carril bici.
Florencia es la capital de la región de la Toscana y la octava ciudad más poblada del país. Su centro histórico fue declarado en 1982 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad es conocida en el mundo por su arte y arquitectura renacentistas. La revista Forbes ha considerado recientemente a Florencia como una de las ciudades más bellas del mundo.
Viajar a Florencia es hacerlo a uno de los corazones del arte del Renacimiento. Su casco antiguo guarda algunas de las joyas más importantes de este movimiento artístico y cultural que revolucionó la arquitectura, la pintura y las demás artes. La capital de la Toscana cuenta con numerosas plazas llenas de encanto, varios museos y uno de sus mayores atractivos: pasear por sus calles es sumergirse directamente en el siglo XVI, gracias al excepcional trabajo de conservación y restauración de su centro histórico.
Qué saber: Dependiendo del tiempo que se vaya a pasar en la ciudad, hay diferentes tickets para usar el transporte público. El abono de tres días (BTI) es perfecto para usar en un fin de semana. También hay abonos válidos para un único día, y abonos de 20, 10 y 4 viajes, disponibles en kioskos y estancos.
Qué no perderse: El lugar más singular de la ciudad es la Piazza del Duomo. En ella se pueden visitar tanto la Catedral como el Campanile de Giotto y el Battisterio de San Giovanni.
Qué hacer: La visita a la Galería de los Uffizi es imprescindible: en su interior se pueden admirar obras como El nacimiento de Venus, de Botticelli; la Adoración de los Reyes Magos y la Anunciación, de Leonardo da Vinci; la Virgen del jilguero, de Rafael; o la Venus de Urbino, de Tiziano.
¿Lo sabías? El tranvía no es muy aconsejable, ya que todas todas sus líneas pasan lejos del centro de la ciudad. En cuanto a los taxis, sus tarifas se encuentran entre las más altas del continente.